Pequeños cambios en nuestros hábitos pueden llegar a significar grandes diferencias en nuestra vida. Por poner un ejemplo, escoger productos bajos en grasa como la leche desnatada o bien comer fruta en lugar de beberla. Bebe suficiente agua diariamente para que tu orina sea clara y no huela. Evita las bebidas gaseosas, asimismo los refrescos que llevan la etiqueta de light. Entre comidas, bebe mucha agua a lo largo de todo el día. Esto va a facilitar la función de los nutrientes y va a ayudar al metabolismo. Se aconsejan de 6 a 8 vasos de agua diarios. Aprovecha la gran pluralidad de comestibles deliciosamente saludables. Trata de ser aventurero y buscar nuevos comestibles para probar. Si comes los mismos comestibles toda la semana será muy aburrido y peligroso puesto que te puede llevar a la tentación. Buscar continuamente nuevas recetas, condimentos y combinaciones de sabores puede servirte de ayuda para que se convierta en un reto divertido. Las legumbres son una esencial fuente vegetal

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